sábado, 11 de enero de 2014

Cuentos Cortos. Pequeños cuentos para reflexionar.




Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de un pariente, cuando ve a un Japones poniendo un plato de arroz en la tumba vecina. El hombre se dirige al japones , y le pregunta: 


- Disculpe señor, pero ¿cree usted que de verdad el difunto comerá el arroz? 

- Si, respondió el japones.. Cuando el suyo venga a oler sus FLORES.



Respetar las opciones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, actúan diferente 



En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna congelada. De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro agarro una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo. 


Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: ¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan pequeñas...


 En ese instante apareció un abuelo y, con una sonrisa, dijo: 

*Yo sé cómo lo hizo. 

*¿Cómo? le preguntaron. 

No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo. 





Un matrimonio bautizó con la palabra “Increíble” a su hijo, porque tenían la certeza que haría increíbles cosas a lo largo de su vida. 



Lo cierto es que, lejano a aquel mandato familiar, Increíble tuvo una vida equilibrada y tranquila. Se casó y fue fiel a su esposa durante setenta años. 


Los amigos le hacían todo tipo de bromas, porque su nombre no coincidía con su estilo de vida. 

Justo antes de morir, Increíble le pidió a su esposa que no pusiera su nombre en la lápida, para evitar cualquier tipo de bromas. 

Cuando murió, la mujer obedeció el pedido, y puso humildemente: “Aquí yace un hombre que le fue fiel a su mujer durante setenta años”.



Cuando la gente pasaba por ese lugar del cementerio, leían la placa y decían: “¡Increíble!” 

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