Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de un pariente, cuando ve a un Japones poniendo un plato de arroz en la tumba vecina. El hombre se dirige al japones , y le pregunta:
- Disculpe señor, pero ¿cree usted que de verdad el difunto comerá el arroz?
- Si, respondió el japones.. Cuando el suyo venga a oler sus FLORES.
Respetar las opciones del otro, es una de las mayores virtudes que un ser humano puede tener. Las personas son diferentes, actúan diferente
En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna congelada. De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro agarro una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: ¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan pequeñas...
En ese instante apareció un abuelo y, con una sonrisa, dijo:
*Yo sé cómo lo hizo.
*¿Cómo? le preguntaron.
No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
Un matrimonio bautizó con la palabra “Increíble” a su hijo, porque tenían la certeza que haría increíbles cosas a lo largo de su vida.
Lo cierto es que, lejano a aquel mandato familiar, Increíble tuvo una vida equilibrada y tranquila. Se casó y fue fiel a su esposa durante setenta años.
Los amigos le hacían todo tipo de bromas, porque su nombre no coincidía con su estilo de vida.
Justo antes de morir, Increíble le pidió a su esposa que no pusiera su nombre en la lápida, para evitar cualquier tipo de bromas.
Cuando murió, la mujer obedeció el pedido, y puso humildemente: “Aquí yace un hombre que le fue fiel a su mujer durante setenta años”.
Cuando la gente pasaba por ese lugar del cementerio, leían la placa y decían: “¡Increíble!”
No hay comentarios:
Publicar un comentario